¡La vida está más cara! por la Mamá de Mía

Desde año nuevo, cada vez que voy a la pulperia me da taquicardia, ahora compro menos con los cuatro pesitos que siempre llevo. Si bien, los estrenos del 31 estuvieron poderosos, ahora pienso en el meme que dice “no debí gastar mucho en diciembre” porque el dinero que habia guardado para los gastos escolares de Mía, no son suficientes porque no estaba preparada para lo caro que se pusieron las cosas.

Como todos sabemos, en estos tiempos el que compra queso es porque tiene billete, pues su precio aumentó y a todo mundo nos agarró con las manos arriba: con nueva variante de covid, palmados por las fiestas diciembrinas, con el regreso a clase y sin poder denunciar o demandar por el estado policial en que vivimos.

Al ver las noticias, me enteré que nadie sabe a ciencia cierta por qué subió tanto el precio del queso, los expertos dicen que es normal que suba su precio en esta temporada porque en el verano el pasto baja y las vacas producen menos leche. Sin embargo, el aumento es bastante alto. Unos dicen que los productores de leche han mantenido sus precios, otros dicen que los que le suben el precio al queso son las personas que trasladan el queso hasta la pulperia, es decir los intermediarios; otros dicen que es porque el precio de la canasta básica subió y que tanto el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (MIFIC), que es el que se encarga de ver estas cosas, como la Dirección General de Protección de los Derechos de las Personas Consumidoras y Usuarias (DIPRODEC) no hacen nada para regular el precio.

Me parece que es una mezcla de todas esas cosas, por eso decidí indagar un poco más y descubrí que al final de 2021 la canasta básica aumentó a C$16,225.38 y que este es el precio más alto que se ha experimentado, solo por comparar, para el cierre de 2020 el costo de la canasta básica estaba en C$14,526.34, ustedes saquen la cuenta de cuánto aumentó. Ahora comparen con los C$7,498.46 que es el salario mínimo que se negociará para 2022, siendo en 2021 de C$6,926.29. Eso quiere decir que todo se puso caro para inicio de año y que no hay dinero para cubrir esos gastos, a menos que, como siempre, hagamos magia para medio parchar las cosas. Hay otro factor que influye en todos los precios y es el precio del combustible, en marzo de 2021 el precio de la gasolina regular aumento de C$28,25 a C$35,23 por litro, y en octubre el precio se congeló en C$40,61 por litro, para que en enero de 2022 bajara solamente C$0,29 por litro. Los camiones que transportan el queso usan combustible, así que siempre va influir su precio.

El MIFIC tiene en su estructura a la DIPRODEC y esta tiene la labor de supervisar los precios en defensa del consumidor, pero no han dicho y ni hecho nada, solo repiten el discurso que se dice a mediodía “todo está bien”. Sumado a que si uno sale a la calle a quejarse, lo pueden meter preso porque está prohibido protestar.

Al entrar a Google me di cuenta de que en El Salvador la libra de queso aumentó un 45% porque el 77% del queso que consumen es Nicaragüense. En El Salvador lo explican por el alto costo de transportar la mercancía en el puesto fronterizo El Amatillo. Sin embargo, es un problema que ya no solo está en nuestras fronteras, sino que puede afectar las cantidades de queso que Nicaragua produce y el riesgo de perder a un cliente tan bueno como el salvadoreño.

Mi preocupación aumenta cuando escuché decir a los expertos que el precio del queso seguirá en aumento. Mucha gente recomienda una campaña masiva para no comprar queso y así presionar la bajada de su precio (sería como protestar pero calladito) y encontrar otros sustitutos como ensaladas, vegetales y hasta verduras. Yo ya hablé con Mía y acordamos que no estrenará mochila este año, tampoco compraremos queso y nos conformaremos con los frijoles cocidos.

Recuerden que entre todos nos cuidamos y no hay que gastar en cosas innecesarias.

¡Saludos de la Mamá de la Mía María!